Ámsterdam de colección


Partimos de Paris en Bus hasta Ámsterdam, en el camino vimos campos preciosos, pueblos de cuento, pasamos por Bruselas, y ya entrando a Holanda vimos mas campos sembrados, molinos, casas, vacas, ovejas y caballos.
Nos dejamos atrapar por los canales, un sin fin de bicicletas, días a puro sol, grandes ferias y tiendas increíbles. Comimos budín con cannabis del mejor y nos reímos hasta más no poder, aun no sabemos bien de que…
Alquilamos bicicletas, compramos ropa, regalos, comimos un montón,  bebimos cervezas de todo tipo, el sol nos bronceo bastante, la gente nos sorprendió con su buena onda, su vida relajada y su español bastante entendible por cierto. Visitamos el Parque de Tulipanes Keukenhof, y allí almorzamos con vista a un sector del parque y al aire libre.
Descubrimos que todos los baños a los que vas los tenes que pagar, son 0,50 centavos de euro, si ayudan a mantener el orden y la limpieza.
En Ámsterdam Lety se relajo del todo, también tomo varias fotos, una muy buena en unos zuecos gigantes; entro a cuanta tienda vio y se deleito yendo de compras, los zapatos las perseguían por todos lados y ella se dejaba llevar por los diseños, los colores, los precios, hasta que finalmente se compro un par divinos para pasear en el otoño de Buenos Aires.
Aprendió a decir por favor y gracias en holandés y andaba por ahí practicando con los habitantes de la ciudad.
En Ámsterdam Lu también compro, y comió de lo lindo, pero ya no pudo cambiarle el nombre a las cosas, pues el idioma es bastante complicado y no entendíamos nada, todo es absolutamente impronunciable y Lu se dio por vencida, solo aprendió a decir hola (Alo) y adiós (dui-dui). Nos saco unas fotos muy lindas y saltamos juntas para varias tomas divertidas, cosa “clave” para nuestras vacaciones. Se comió una salchicha en la plaza Dan y juntas compramos unas camperas imperdibles.
En Ámsterdam Mariano y yo, nos dejamos llevar por la ciudad, estábamos encantados, es preciosa, limpia, entretenida, divertida, todo nos gusto, las vacas, los tulipanes, las casitas, las ovejas, los molinos, todo eso y los grandes campos y canales conforman esta pequeña-gran ciudad. Y todo se vende como recuerdo para coleccionar, así que compramos! Disfrutamos de la primavera europea y nos deleitamos con sabores, colores y aromas de otras tierras que hasta entonces desconocíamos; definitivamente queremos volver… a vacacionar y porque no a vivir con ese calor que nos brindo de onda esta atractiva ciudad naranja!...El calor nos persiguió hasta Rotterdam, pero eso va en otra entrada.

La ciudad sin luz, Paris



Dicen que Paris es la ciudad luz, será por el iluminismo, pues las luces que iluminan la ciudad son tan tenues que parecen veladores de mesitas de luz.
Toda la luz está centrada en la Torre Eiffel, icono fundamental de la ciudad, aunque el arco del triunfo, a mi criterio, le saca ventaja en la imponencia e importancia histórica. Este ultimo construido por Napoleón Bonaparte, quien decidió construir este arco tras su victoria en la Batalla de Austerlitz (1805), tras prometer a sus hombres: «Volveréis a casa bajo arcos triunfales».
La urbe es muy parecida a Buenos Aires en muchos aspectos, pero también se diferencia a grandes rasgos por la arquitectura que predomina gran parte de la ciudad. Hay otros elementos que engrandecen esta bella ciudad, uno de ellos  es el palacio de Versalles, no hay foto, ni video que le haga justicia.
En Paris Lety quedo maravillada con toda la arquitectura, saco muchas fotos panorámicas, filmo, e hizo un montón de auto fotos grupales y no grupales, hizo tomas de la torre de noche y de día, y se embelesó como todos con los juegos de luces que se realizan a las 11 de la noche en la torre.  Eso sí, no pudo recordar muchas palabras del francés que en algún momento estudio, pero eso no fue impedimento para la comunicación, pues muchos hablaban español e ingles.
En Paris Lu también le cambiaba el nombre a todo, y para todo decía oh lala, whi-whi, no reimos mucho de los nombres de las cosas, de las estaciones de trenes y subtes,  porque todos suena a whi-whi , monsiur, etc, etc. Hay una estación de subte que se llama Argentine. Saltamos juntas para muchas fotos “claves”, según Lu,  Igual con Mariano hizo un gran equipo Google y nos ubicamos bien en todas partes. Gracias a Lu llegamos a la tumba de Jim, fue un gran momento. También fuimos a ver el famoso Moulin Rouge, lindo….pero no entramos, el molino con luces esta bueno.
En Paris, Mariano y yo disfrutamos de todos los monumentos, llegar al arco del triunfo fue glorioso e hicimos muchas fotos, el comio la Mac-Baguette, paseo por la tumba de Napoleón; llegamos a la conclusión de que no es una ciudad para vivir pero sin duda alguna si lo es para visitar.
Ya partiendo de parís estábamos peludas de bigotes y cejas, a los cuales llamamos obviamente whi-whi,. Comimos baguette y crossaint, tomamos mate en los jardines de versalles. Y nosotras estuvimos un par días con nuestros whi-whi por la ciudad de Amsterdam, pero esa es otra historia.

Tres días en Londres nunca vienen nada mal



Londres,  una metrópoli asombrosa, cosmopolita, limpia, educada, cortes, con tanta diversidad cultural que sorprende.
Fueron tan solo tres días de travesía intensa, tiempo de sobra  para volverse a enamorar de un lugar tan frio y cálido a la vez. La gente siempre tan servicial, correcta y amena. Esta vez recorrimos la ciudad desde otros lugares, sus calles céntricas y no tanto son igual de lindas y limpias.
Lo bueno de todo es que el subte conecta casi toda la ciudad, de esa manera es muy simple moverse de aquí para allá, mayormente con el mismo boleto.
En Londres Leti le saco foto a todo y con todo, tablet, poquet, cámara réflex,  de día, de noche, de tarde y a toda hora click de aquí para allá, pero eso si, no se perdió una vidriera, en Primark enloqueció, como todos los que alguna también pasamos por allí la primera vez y no queremos perdernos ninguna de sus súper rebajas.
Descubrió los placeres de la cerveza inglesa, un sinfín de vidrieras con diseños hermosos, y que la gente es mas amigable de lo que uno puede pensar o imaginar. También en lápiz negro comenzó su diario de viaje.
En Londres Lu hizo algunas tomas, pero básicamente se rio y divirtió bastante con todo lo que tenía a su alrededor, para ella las estaciones tenían otro nombre y hasta a ella le cambiaron el suyo un buen día que fuimos a desayunar a  Starbucks, su vaso decía Ludmilla con doble L en lugar de una y de ahí paso a ser ludmiya para nosotros.
Para Lu la Reina, era y es la Reina zorra, y se lamenta al saber que luego quedara, según ella, la zorrita de la nuera.
Para Lu la estación Holborn, era Hellboy, la estación Russell Square, era Rossell Crowe (como el actor), Primark era primate…y  todo así, ella bautizo parte de la ciudad con una rapidez que daba carcajadas. Y le gusto tanto de la ciudad y la forma de vida que ahora se quiere quedar.
En Londres Mariano y yo siempre queremos quedarnos, así que tratamos de disfrutarla al máximo, esta vez pudimos verla de noche con luces que embellecen aun  mas sus obras, monumentos, caminos, etc. Pero lo más importante es que  pudimos disfrutarla con amigos. Estamos enamorados de la ciudad sin importar nada más.
En Londres también cenamos comida hindú o algo así, era horrible y  todo tenía curri, nos reímos de la fluidez del habla ingles, nos confundimos de anden, adopte a ludmilla, Mariano se resiste, pero la pelea  y le compite con cariño todo el dia, compramos muchas cosas lindas para nosotros y para regalar, nos horrorizamos y reímos a la vez del sucucho donde mandan a los fumadores a desplegar su vicio, tomamos mate y padecimos las maletas hasta Paris, pero esa es otra historia.