La ideología en Marx


En todas las sociedades encontramos teorías del mundo o ideologías. Comúnmente la ideología es un conjunto de ideas o creencias que caracterizan a una persona, escuela, partido, etc. Pero en Marx se añade a este concepto general que la ideología introyecta e incorpora de manera inconsciente, siendo una visión invertida de la realidad. Es un conjunto de representaciones, de ideas, de carácter filosófico, religioso que adquiere carácter sustantivo en si y por si.
En el desarrolla sobre la ideología alemana Marx detalla que, la primera premisa es la existencia de individuos, la organización corpórea de estos y su comportamiento hacia el resto de la naturaleza en tanto se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida indispensables para la satisfacción de necesidades, la producción de la vida material misma. La adquisición del instrumento necesario para la satisfacción de estas necesidades conduce a nuevas necesidades. Entonces lo que los individuos son dependen de las condiciones materiales de su producción.
Marx concibe al hombre como el ente que se produce a si mismo y este acto autogenerador del hombre es el trabajo. El trabajo es una relación real del hombre con las cosas mismas, con la naturaleza y con los demás hombres. El trabajo constituye la esencia del hombre, el modo como este concretamente es, el medio para su realización y para el desarrollo completo de sus posibilidades.
Es cierto que también el animal trabaja pero en tanto que el trabajo humano esta acompañado de conciencia, es un trabajo social y se realiza en un proceso histórico, nada de esto acontece en el animal porque ante todo carece de conciencia.
La conciencia no puede ser nunca otra cosa que el ser consciente y el ser de los hombres es su proceso de vida real. Los hombres que desarrollan su producción material y su intercambio material cambian al cambiar esta realidad, su pensamiento y los productos de su pensamiento, es la vida la que determina la conciencia.
El espíritu nace colmado de materia que se manifiesta bajo la forma del lenguaje, esa es la conciencia práctica, conciencia real, nace como la conciencia de la necesidad del intercambio con los demás hombres. La conciencia por tanto es de antemano un producto social, conciencia del mundo inmediato y sensible que nos rodea, esta conciencia gregaria se desarrolla y perfecciona al aumentar la producción, al acrecentarse las necesidades y al multiplicarse la población, de este modo se desarrolla la división del trabajo.
Y la fuerza de producción multiplicada que nace por obra de la cooperación de los diferentes individuos bajo la acción de la división del trabajo se les aparece a estos individuos como un poder ajeno que no saben de donde procede ni a donde se dirigen y que por tanto no pueden dominar, siendo un poder extraños a ellos.
El trabajo es la actividad propia del hombre y sin embargo en las condiciones históricas que Marx describe, el hombre lo desconoce, en el producto esta el individuo mismo porque aquel es su objetivación algo en que ha puesto su propia persona y sin embargo ese producto no le pertenece a el, sino al dueño de los medios de producción, entonces el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a el como un ser extraño, como un poder independiente del productor; tampoco el individuo puede elegir su trabajo, la forma de realizarse, sino tal como se lo prescribe el lugar que ocupe dentro del proceso social de producción, lugar que a su vez esta determinado por el sistema de producción, la forma de distribución de la riqueza y el poder.
La ideología describe al hombre de un modo deformado, falso, esa deformación en la descripción del hombre es consecuencia del interés de la clase dominante por mantenerse en su situación de dominio, el hombre vive ajeno al mundo que le pertenece, como nos dice Marx en “la ideología alemana”, “las ideas de la clase dominante, son en todas las épocas, las ideas dominantes”. La clase dominante dispone de los medios de producción material, pero también del control, estas presentas sus intereses particulares como intereses comunes, en tanto el Estado termina siendo una comunidad ilusoria, representa a las luchas por el poder que termina siendo hegemónica, esta hegemonía expresa el poder dominante, por lo que las ideas que en una sociedad triunfen serán las que clases dominantes quiera que dominen, las ideología son un producto social: los pensamientos de los hombres son consecuencia de la sociedad en que viven. En tanto el fin de la ideología es construir consenso y sometimiento al orden establecido.

3 comentarios:

erker dijo...

este loco me gusta,,,traemelo a maldita ginebra!!!! un vodka doble para vos, el y yo...

frid dijo...

Me ha gustado el comentario, que es muy sutil. Por cierto ¿qué significa grossa en argentino?

De Marx hay siempre algo de verdad en sus intuiciones. El hombre se hace en el trabajo... de hecho ejerce las virtudes, se desarrolla física y anímicamente; pero "no es su trabajo" y tampoco el "trabajo" implica consciencia.

Ahí ya da un salto, al definir la consciencia como "fruto del trabajo" y no como algo espiritual que distingue al hombre y que le hace "consciente del trabajo, consciente del dolor, del amor, de todo su ser y de toda su vida". Es algo "antecedente", no "consecuente"

Saludos.

frid

frid dijo...

Gracias Sil por la aclaración y, propiamente, me comentas que el bueno de Marx no concebía la libertad, pero no le importaba, como consta, el imponer, incluso de modo violento, su voluntad a otros, y de tiranizar, en especial, al entorno familiar. Un buen chequeo de las filosofías es ver el grado de felicidad que aportan esas ideas al entorno de los familiares y discípulos de esos "semi-dioses"