El sistema de Hegel

Hegel expone su filosofía según tres caminos, el primero es un camino histórico, en sus “Lecciones sobre la historia de la filosofía” muestra como esta historia es la marcha hacia su propio sistema. En segundo lugar, “La Fenomenologia del Espíritu” obra pensada a modo de introducción al sistema pone en evidencia como la conciencia desde sus formas inferiores termina por llegar al saber absoluto, a la filosofía absoluta. Por ultimo el sistema propiamente dicho lo ofrece la “Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio” junto con las obras que desarrolla en detalle: Ciencia de la Lógica, Filosofía del derecho, Lecciones sobre la filosofía de la historia universal, Lecciones sobre la estética, Lecciones sobre la historia de la filosofía
Lo que Hegel se propone en su sistema es reconstruir o exponer en el pensamiento toda la realidad.
El sistema se dividirá en tres partes que constituyen un primer ejemplo de triada dialéctica; la lógica, que estudia la idea en y para sí antes de manifestarse. La lógica se divide en lógica objetiva, que a su ves se subdivide en doctrina del ser y doctrina de la esencia y lógica subjetiva que encara la realidad en su verdadero aspecto no como conjunto de cosas como en la lógica objetiva sino como un sujeto inteligente que se realiza a través de ellas.
La doctrina del ser es una lógica de la mera descripción y la lógica de la esencia es lógica de la explicación.
El ser de la cosa no es nada oculto, sino que lo que cada cosa es, lo manifiesta, el ser de algo es su manifestación, lo que algo es no consiste en estar encerrado, sino que su ser es salir de si, el ser es aparecer.
La filosofía real que comprende la filosofía de la naturaleza, que considera la idea en su ser otro (ignorada por sí misma). La idea tomada por si no es más que idealidad, para que la idea tome realidad tiene que aparecer en lo que no es la idea, a saber en la naturaleza. La naturaleza es la idea que se ha puesto fuera de sí, su ser-fuera-de-si. Y la filosofía del espíritu, que se ocupa de la idea que, desde su ser otro en la naturaleza regresa a sí.
Si la idea representa el en-si (tesis) y la naturaleza el fuera-de-si, (antítesis), se necesita ahora la síntesis, el regreso de la idea sobre sí mismo hacia su interioridad misma y esta vuelta, que tiene lugar en el hombre, se llama espíritu. El espíritu es la idea en acto que se sabe a sí misma, la idea plenamente realizada en el conocimiento o conciencia de sí.
Ahora bien el espíritu debe recorrer diversas etapas las cuales se dividen en, el espíritu subjetivo, el espíritu objetivo y el espíritu absoluto.
En su momento subjetivo, el espíritu aparece en su aspecto puramente individual e interior, en tanto el espíritu no es todavía para sí, sino solo para el individuo. El espíritu subjetivo abarca un proceso que se esfuerza por llegar a la conciencia de la libertad desde las manifestaciones más rudimentaria hasta el momento en que el hombre se sabe capaz de autodeterminación; y la libertad para ser verdadera tiene que objetivarse, por tanto la libertad se realiza en el mundo de los hombres, el espíritu individual tomado aisladamente es una abstracción, el hombre solo existe en tanto ente social junto a otros hombres, aquí ya entraríamos en el espíritu objetivo expresión con que designa Hegel todas las manifestaciones sociales de las cuales hablaremos mas adelante.
Todo es de índole racional, es una relación dialéctica constituida por tres momentos, que Hegel llama afirmación, negación y negación de la negación.
El espíritu que se ha arrancado de la naturaleza para volverse hacia sí mismo como espíritu subjetivo (tesis), el cual es consciente y personal pero interior por ende carente de objetividad, y que luego ha creado un mundo humano objetivo (antitesis) en el derecho, la moral y el estado, este momento objetivo el cual es por supuesto objetivo pero no consciente ni personal, tiene que regresar hacia sí en un movimiento que supere a la vez la subjetividad y la objetividad esto se dará en el espíritu absoluto (síntesis), que es el espíritu consiente que se tiene por objeto a si mismo en cuanto reconoce que todo objeto posible es el mismo, es el momento del autoconocimiento de la totalidad.

3 comentarios:

agostina dijo...

Puedo confesarte que me cuesta mucho Filosofía :(
Pero pasaba a dejarte un beso!
Que sigas bien

tecla dijo...

Veo que eres una filósofa nata.
Tebdré que leerte más despacio. Y no dudes de que lo haré.
Un abrazo.

WHO dijo...

¿ Y tú que piensas al respecto?.
Quizás pueda ser como dice Hegel, pero la realidad inventada y la real a veces equidistan muy poco.
Un beso real y conceptual, Who.